¿Inicio? Todo empezó…
A mediados de junio de 2021 tuvo lugar en Béjar, el I CAMPUS ESCOLAR DE TRIATLÓN SALMANTINO. Catorce chic@s acudieron de diferentes ciudades de la región y ámbito nacional (Salamanca, Cuéllar, Alcobendas, Badajoz…).
El sitio, inmejorable, el albergue juvenil de Llano Alto. Nos ofrecía una piscina de 25 metros con unas vistas impresionantes en la propia instalación. Albergue que disfrutamos únicamente nosotros, con posibilidad de hacer las tres disciplinas y alguna competición en las inmediaciones. Un entorno envidiable en plena sierra para hacer rutas y para contemplar naturaleza. Por no hablar de tranquilidad absoluta.
¿Resultado del campus? Una semana espectacular; llena de entrenos, competiciones, rutas muy chulas, piscina, esfuerzo, juegos, risas… ¡momentos inolvidables! Dar las gracias a todos estos jóvenes que pusieron el primer granito de arena de este proyecto.
En cuanto a entrenos, podemos decir que hubo variedad.
Hay que destacar los entrenamientos de natación a cargo de María Vilas (nadadora olímpica en Río de Janeiro 2016). Su experiencia y sus “truquillos” en el agua hicieron las delicias de todos. Rutas increíbles con la mountain bike, surcando ríos, recorriendo senderos preciosos, visitando pueblos, subiendo alguna cuestecita… ¿quién dijo que no había que esforzarse? ¡Naturaleza en estado puro! Juegos de carrera por el albergue, visita andando a Candelario, denominado como uno de los pueblos más bonitos de España. Una mañana, tuvimos el día de padres, donde nos acompañaron a lo más alto de Peña Negra. Por la noche, juegos y actividades, ¿íbamos a estar de brazos cruzados?
También practicamos las transiciones e hicimos algunos minitriatlones donde nadie se dejó nada. ¡Estos chicos llevan la sangre competitiva de serie!
Entre todo esto, el compañerismo y el buen rollo entre todos fue la tónica habitual. (Telepizza dígame…). Sí, no os vamos a engañar, también hubo algo de cansancio, sobre todo cuando sonaba el despertador, que parecía que cada día sonaba más tarde. ¿Quizá porque por la noche había ganas de charleta?
Por nuestra parte, muy contentos, disfrutamos como niños. Ilusión y ganas por transmitir lo que sentimos por este deporte, ¿por qué no compartirlo y vivirlo junto a los más jóvenes?
